El español en el nuevo siglo
El español en el siglo XXI
La lengua española ha ido creciendo prácticamente desde el siglo XVI y su difusión no se ha visto frenada por el tiempo. A finales del siglo XIX, había unos 60 millones de hispanohablantes. Hoy son casi 600 millones, lo que convierte al español en la cuarta lengua del mundo (tras el chino, el inglés y el hindi) en número de hablantes. Y todo indica que aún no se ha alcanzado su techo, ni se alcanzará en el próximo siglo XXI.
El español es la lengua oficial de una veintena de países de todo el mundo y una de las tres lenguas consideradas habitualmente lenguas oficiales de trabajo por multitud de organismos internacionales.
Contando sólo las naciones donde es lengua oficial, los hispanohablantes representan alrededor del 6% de la población mundial, mientras que los anglófonos representan el 8,9% y los francófonos el 1,8%. Igualmente significativo es el hecho de que el español sea hablado por el 94% de la población de los países donde es lengua oficial, cifra muy superior a las registradas por el francés (34%) o el inglés (27%).
Las previsiones más prudentes, como las recogidas en “El español en el mundo” , el informe anual del Instituto Cervantes, auguran que en 2050 habrá unos 750 millones de hispanohablantes, contando de nuevo sólo los países donde es lengua oficial. Quedan fuera, por tanto, los hispanos de Estados Unidos y todos aquellos que lo hablan como segunda o tercera lengua, que engrosarían considerablemente la cifra si se incluyeran.
Hay pocas posesiones más accesibles, asombrosas, complejas y a la vez familiares que una lengua. Cada uno de nosotros es dueño de una forma misteriosa que nos permite penetrar directamente en los claroscuros de una relación, de la creación estética, del sueño y del trabajo… Además, es una posesión adquirida en el fascinante proceso de aprender, de abrirse a un mundo y nombrar la realidad.
Una lengua la crean sus hablantes, sus escritores y sus usuarios. El español es una lengua moldeada por errantes y emigrantes, una lengua de muchas lenguas, y ahí radica una de las claves de su éxito.
Dentro de su diversidad, el español actual es probablemente la más homogénea de todas las grandes lenguas internacionales, lo que significa que corre poco riesgo de fragmentación. También es una lengua geográficamente compacta, ya que sus hablantes se concentran sobre todo en el continente americano.
El español es una lengua de prestigio de primer orden, entre cuyos dones a la cultura mundial figura la creación de la novela moderna, y que está salpicada de excepcionales obras maestras escritas por una variada colección de espléndidos escritores. Su dimensión cultural es una de las mayores cualidades de la lengua.
Ha llegado el momento de que el español ocupe su lugar como lengua internacional, medio de intercambio científico y económico, y medio de comunicación.
Convertir el español en uno de los grandes vehículos de comunicación lingüística del mundo es el gran reto que ahora hay que afrontar. Gran parte del camino ya se ha recorrido, puesto que el peso demográfico, la homogeneidad lingüística (dentro de una diversidad extraordinariamente fértil) y el elevado estatus cultural ayudan decisivamente a alcanzar este objetivo.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es la importancia decisiva de América Latina, donde viven nueve de cada diez hispanohablantes. La consolidación de la democracia, el desarrollo de la economía y la apertura de los mercados en las naciones latinoamericanas son esenciales para la difusión del español en todo el mundo, y especialmente en la sociedad de la información. Por ello, el Instituto Cervantes colabora estrechamente con la veintena de países hispanohablantes.
Sin información, nada existe en la sociedad contemporánea. Para que el español se consolide como lengua de prestigio internacional son necesarios dos requisitos. La primera es la necesidad de hacer más evidente su presencia en la sociedad de la información y, en particular, en las grandes redes electrónicas; y la segunda, la expansión de las industrias culturales en el extranjero. Hay dos naciones que tienen la clave de esta expansión internacional: Estados Unidos y Brasil.
La sociedad de la información vive y depende de las lenguas hasta tal punto que muchos avances tecnológicos se centran en el lenguaje humano. A su vez, las lenguas se juegan su futuro en el terreno de las nuevas tecnologías y la información. Después del inglés, el español es el idioma con mayor número de servicios diarios de noticias en Internet, por lo que la prensa es el núcleo decisivo de la creación regular de textos en español para la web. La conclusión habla por sí sola: el futuro de la lengua está en los medios de comunicación.
Ahora que su Centro Virtual Cervantes es ya el primer sitio temático de la lengua y la cultura españolas en Internet, el plan del Instituto Cervantes para los próximos años es actualizar el español en la sociedad de la información. Gracias al patrocinio de Telefónica, se va a hacer un uso intensivo de los recursos que ofrecen las nuevas tecnologías para llenar la sociedad de la información, y en particular Internet, de contenidos en español.
El Instituto, la organización más importante dedicada a la promoción del español en el mundo, tiene cuatro objetivos esenciales que son estimular la promoción de la lengua española, servir de plataforma vital para las industrias culturales españolas, actuar como arquetipo y modelo mundial para la formación de profesores de español como segunda lengua, y llenar de contenidos en español la sociedad de la información y posiblemente su metáfora más deslumbrante, Internet.
La vitalidad y la creatividad de España y América Latina están llamadas a convertir la lengua en un recurso económico de primer orden, como ya lo es hoy para las industrias editorial, cinematográfica y musical. Y uno de los grandes retos del Instituto Cervantes es precisamente la consolidación de sus centros como plataformas de lanzamiento de las industrias culturales españolas, que se benefician así de disponer de espacios en todas las capitales culturalmente destacadas del mundo.
El Instituto Cervantes continuará su labor con la convicción de que el impulso vital para la enseñanza, el estudio y el uso del español llegará cuando su imagen sea la de una lengua de futuro, una lengua mundial con una cultura extraordinariamente rica y, por tanto, útil y necesaria para el mundo del siglo XXI.
Terminaré afirmando mi convicción de que el español y el inglés serán las dos grandes lenguas de comunicación internacional en el siglo XXI, lo que significa que la cultura en español será privilegiada gracias en gran parte a la propia lengua.
“LA LENGUA ESPAÑOLA GOZA DE EXCELENTE SALUD”
Humberto López Morales, secretario general de las Academias de la Lengua Española, cree que el español goza de excelente salud. Prueba de ello son los más de 600 millones de personas que hablan español como lengua materna, el crecimiento del español en Internet y la perspectiva de que cada vez más brasileños se incorporen a la comunidad hispanohablante en los próximos años como consecuencia de la designación del español como asignatura obligatoria en las escuelas secundarias de los estados de Río y Sao Paulo.