Dos años no es demasiado pronto para mostrar aptitudes para una lengua extranjera
TIMES DE LA INDIA
JUEVES 12 DE ENERO DE 2012 MUMBAI
En una pequeña aula de Amboli hay un grupo de niños , a partir de seis años, aprendiendo los rudimentos del español. Una mesa delante tiene frutas indias comunes, cada una con una pegatina con su nombre en español. Los pequeños también hablan español con el acento correcto.
Los padres, deseosos de incluir una lengua extranjera en el currículum de sus hijos, empiezan pronto. “El español es cada vez más popular entre las familias que viajan a Latinoamérica o tienen negocios allí y quieren que sus hijos lo asimilen en el futuro”, dice Vidya Govindani , profesora de la Academia Española de Amboli. “La mayoría de los alumnos tienen entre seis y doce años, pero algunos padres traen a pequeñines de tan solo dos años y dicen que quieren que aprendan español incluso mientras aprenden inglés”.
Su marido, Dinesh, propietario de la academia, dice que prestan mucha atención a la dicción, no sólo al vocabulario. “Como el guión es el mismo que el inglés, a los niños les resulta más fácil captar el idioma”, afirma. La academia cobra 7.000 rupias por 25 clases de una hora y 15.000 por clases a domicilio.
El francés forma parte del plan de estudios de las escuelas de Bombay desde hace décadas, pero la irrupción del dragón como la economía de más rápido crecimiento del mundo ha hecho que el chino gane terreno.
Binal Shah imparte clases de chino Nin Hao en Veera Desai Road. “Sin duda, el chino da ventaja al currículum. Los indios hacen negocios a gran escala con China, pero el idioma es una barrera tan grande que a menudo tienen que contratar intérpretes, lo que resulta muy caro. Así que a los padres, que conocen las nuevas oportunidades de empleo en ese país o ya tienen intereses empresariales allí, les gusta que sus hijos empiecen jóvenes. Saben que hay lugares en China donde la gente no te contesta si no hablas su idioma, aunque sepan inglés”, explica.
Shah califica el mandarín con un 10/10 en una escala de dificultad, pero se asombra al ver lo pronto que los niños de 14 y 15 años se hacen con la lengua si empiezan pronto.
El módulo cuesta unas 14.000 rupias y capacita a los estudiantes para orientarse en un aeropuerto chino, pedir comida o preguntar por una dirección.
Rashmi Desai enseña japonés a niños “que vienen por diversión. No saben realmente qué beneficio les aportará este idioma. Algunos están influenciados por los personajes de dibujos animados de la televisión, otros porque están aprendiendo kárate, que es un arte marcial japonés. Muchos ya conocen algunas palabras en japonés aunque no sepan lo que significan. Los alumnos de kárate, por ejemplo, saben decir los números del uno al diez”, dice.
La clase de japonés de Desai en Nikko realiza exámenes en colaboración con la Fundación Japón y los trabajos se envían a ese país para su corrección. “Los niños se sienten muy orgullosos cuando reciben certificados de Japón felicitándoles por haberlo hecho bien”, se ríe.
Devesh Tendulkar, del Instituto Tendulkar, en Dadar, recibe consultas sobre chino, francés y alemán. “El conocimiento de una lengua extranjera potencia cualquier currículum . Además, los padres también ven que los vientos de la economía mundial soplan en dirección a estos países”, afirma.